¿Por qué es importante el dióxido de carbono?
Aunque el dióxido de carbono está presente en una proporción muy pequeña en la atmósfera, desempeña funciones muy importantes.
El dióxido de carbono es esencial pues se emplea en la fotosíntesis, un proceso que es preciso para la supervivencia de la vida en la Tierra. El dióxido de carbono es asimismo un gas de efecto invernadero vital que ayuda a apresar el calor en la atmosfera, y juega un papel clave en el ciclo de carbono de la Tierra.
Plantas y ciertos microbios usan un proceso bioquímico llamado fotosíntesis para generar comestibles a través de el empleo de dióxido de carbono. Estos organismos combinan dióxido de carbono y agua para generar hidratos de carbono a la vez que emiten oxígeno. El incremento de los organismos fotosintéticos que, en consecuencia, redujo los niveles de dióxido de carbono llevó a un incremento de los niveles de oxígeno y el desarrollo de organismos respiratorios.
El dióxido de carbono contribuye al efecto invernadero al interferir con el retorno de la energía de la Tierra a la superficie por radiación infrarroja. Los gases de efecto invernadero absorben la radiación infrarroja. El dióxido de carbono actúa como un amortiguador climático, pues la retroalimentación en el ciclo del carbono ayuda a sostener las temperaturas globales con el objetivo de que la Tierra no se caliente demasiado para aguantar la vida. Ciertos dióxido de carbono continúa en la atmosfera, mas se disuelven en los océanos o se guardan como biomasa en organismos vivos.
Como resumen, podemos concluir que las funciones del dióxido de carbono son
1. El dióxido de carbono en la atmosfera no absorbe las radiaciones perceptibles provenientes del sol que bloquean las radiaciones infrarrojas irradiadas por la tierra. Al absorber las radiaciones infrarrojas, la atmosfera se calienta. Esto se conoce como efecto invernadero. En consecuencia, el dióxido de carbono ayuda a mantener la temperatura de la tierra bloqueando las radiaciones infrarrojas.
2. Las plantas emplean dióxido de carbono a lo largo del proceso de fotosíntesis.
3. El océano absorbe el dióxido de carbono de la atmosfera para formar rocas carbonatadas.
4. La proporción de dióxido de carbono en la atmosfera se sostiene incesante por medio de una serie de procesos de la tierra. Durante determinados procesos, el dióxido de carbono es absorbido de la atmosfera a la vez que a través de otros procesos el gas del dióxido de carbono se libera.
5. Los principales distribuidores de dióxido de carbono a la atmosfera son:
Los volcanes, que liberan dióxido de carbono a la atmosfera desde el interior de la tierra. Todos y cada uno de los organismos vivos a través de la respiración. El carbono presente en los organismos se transforma en dióxido de carbono cuando los organismos mueren y se descomponen. Los combustibles fósiles (como el lignito, el petróleo) generan dióxido de carbono en la combustión. El cultivo de la tierra libera grandes cantidades de dióxido de carbono, producido por las bacterias, en la atmosfera. Así tanto la atmosfera como los océanos intercambian de manera continua dióxido de carbono con las rocas, las plantas y los organismos superiores.